6 de abril de 2011

Shhhhhhhh!

Las últimas medidas tomadas por el Gobierno español para intentar mejorar la calidad de vida y ayudarnos a reducir nuestros gastos, están teniendo diversas consecuencias sonoras: la aplicación del límite de velocidad a 110 kilómetros por hora, recorta la factura de gasolina y, según informa La Voz de Galicia, con datos extraídos de un estudio del Centro de Acústica Aplicada y Evaluación No Destructiva, organismo del CSIC y la Universidad Politécnica de Madrid, disminuye la contaminación acústica. Estupendo!, claro, que si investigamos los cambios de costumbres producidos por la prohibición de fumar en espacios públicos, nos encontramos con que se ha visto incrementado el ruido por los fumadores que se apostan a las puertas de bares, cafeterías y discotecas a echarse el pitillo de turno. El periódico Las Provincias alertaba del aumento de ruido por la aplicación de la ley antitabaco en Valencia capital, pero es algo que está pasando en todas las localidades españolas, como demuestran las noticias del diario canario La Provincia, de La Vanguardia y Europa Press Asturias.

Por otro lado, las constantes obras de acondicionamiento urbano alteran la vida de los vecinos, y a estos ciudadanos sólo les queda movilizarse en contra de los trabajos nocturnos, como en el caso de la construcción del túnel en la avenida Bueno Monreal de Sevilla, cuyo ruido puede apreciarse en esta información del ABC Sevilla.

© Tecnomedias. Taller mecáonico en Madrid
En un mundo en el que parece que el silencio es un bien escaso, he encontrado cerca del Paseo de la Castellana de Madrid, un cartel que me ha llamado poderosamente la atención: mientras lo normal es aprovechar la fachada de tu negocio para atraer a los posibles clientes, aquí el mensaje se dirige a los vecinos, dejando claro que aunque los talleres mecánicos son muy ruidosos, en su caso, son "silenciosos". No se puede pedir más, bueno, sí, reflexionar sobre la polución acústica que nos rodea como Francisco García Pérez en su columna de La Nueva España: "!Paren ese ruido!".

4 comentarios:

  1. uy, en mis tiempos de juventud hice un trabajito sociológico sobre 'La otra contaminación: la contaminación sonora'¡¡ :)

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  2. La contaminación invisible, o, más bien, la que no queremos ver, !ni escuchar!.

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  3. Pasear por una gran ciudad es un martirio por culpa del ruido de los coches. Lo malo es que te terminas acostumbrando y solo de vez en cuando se piensa en lo distinto que sería todo sin el ruido ambiente de los motores.

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  4. La ciudad va inexorablemente unida al tráfico: los que las habitamos, firmamos ese acuerdo tácito de aguantarlo, pero siempre existen medios de transporte menos agresivos. Dicen que este verano será el de los monopatines "longboard": quién sabe, a lo mejor acabamos todos sobre la tabla.

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