6 de marzo de 2011

Año de nieves...

Uno de los temas recurrentes en los medios de comunicación es la previsión meteorológica, porque su contenido indefectiblemente nos conmina a decidir nuestras acciones y adaptarlas a sus cambios, sobre todo porque sus consecuencias pueden resultar fatales para cada uno de los ciudadanos. En esta semana, medio país ha estado en alerta por los temporales de lluvia y nieve, como nos han informado convenientemente todos los medios por tierra (prensa), aire (radio y televisión) y mar (supongo que todavía en algunos enclaves les llegarán las nuevas de boca de los patrones de barco, ¿no?). EL PAÍS resumía ayer los estragos causados por los elementos climatológicos en toda la península durante los últimos días: en la comunidad de Madrid, la nieve dejó atrapados a miles de conductores en la carretera nacional A-6, que conecta la capital española con La Coruña. El peligro de graves accidentes en las carreteras y las pérdidas materiales y, a veces, humanas, son las noticias que nunca nos gustaría escuchar pero que se repiten en cada invierno y verano por el azote del frío y calor extremos.  

© Tecnomedias. Exterior frutería en el barrio de Malasaña de Madrid
 Pero algunos saben hacer realidad el dicho de "año de nieves, año de bienes", y como la crisis azuza el ingenio, he encontrado en el barrio de Malasaña de Madrid un expositor de una frutería que vendía, perfectamente hechas, el kilo de bolas de nieve a casi cinco euros. La iniciativa, nacida seguramente de la sorna infantil, merece una parada: en este mundo completamente mercantilizado todo se puede ofertar, y si resulta que el beneficio va a ser neto al usar una materia prima que nos proporciona la Naturaleza (como en el caso de las embotelladoras de agua de manantial), mejor que mejor.Con un público objetivo sin diferenciar por clase social, edad, sexo o formación (¿a quién no le gustan las batallas de bolas de nieve?), la propuesta ofrece una fantástica manera de relajarse y hacer un poco de ejercicio para los más vagos, a la vez que engorda los bolsillos de su impulsor. A lo mejor, si le hacemos más caso al refranero popular podremos encontrar un puñado de negocios creativos como este que nos ayuden a salir un poquito de este bache económico mundial. Y si no son rentables, por lo menos habremos conseguido sacarnos una sonrisa y promover la cara más amable del capitalismo.

4 comentarios:

  1. Habría sido genial que le preguntaras al tendero por qué vende nieve. Así tendrías declaraciones.
    Suelo presumir de que soy buena observadora, de que me fijo en los detalles, pero con tu blog me estoy planteando que no es así, ya que no suelo encontrarme con imágenes tan curiosas. Buen trabajo.
    Saludos,
    Ana

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  2. Por desgracia, la prisa no me dejó ni plantearme lo de las declaraciones.

    Gracias por el cumplido, Ana, aunque el mérito reside en pasear mucho.

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  3. Me ponga tres bolas, que me las llevo puestas. Por cierto, ¿me puede hacer factura?

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  4. Pues parece que sólo les queda ya una!.

    Un saludo.

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